La Adoración Nocturna de la Zona de Aragón celebró su Vigilia de Espigas y la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
¡Adorado sea el Santísimo Sacramento!
Según el programa previsto, el pasado 31 de Agosto, se celebró la Vigilia de Espigas de Aragón y la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, en Graus (Huesca).
Desde el inicio, presidió el Excmo. Sr. Obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, D. Ángel Pérez Pueyo.
Asistieron adoradores de Jaca-ANE y ANFE, Huesca-ANE y ANFE, Calatayud, Illueca, Ricla, Borja, Zaragoza, Monzón, y también de la diócesis de Lérida. Asimismo asistieron fieles de Monzón y de toda la diócesis. Además se sumaron fieles de otros lugares.
En la Basílica de Nuestra Señora de la Peña, comenzó el Santo Rosario, siguiendo por las calles de Graus hacia la parroquia de San Miguel. Finalizado el mismo y en el atrio de la parroquia, se celebró el acto de Consagración al Sagrado Corazón, teniéndolo delante en lo alto de la Peña.
Por deseo del Sr. Obispo, expuesto ante todos los asistentes, la realizó el Delegado de Zona, José Mariano Irache. En palabras del Sr. Obispo “Lo tiene que hacer un adorador nocturno, y en este caso, el que ha estado al frente de la preparación de estos actos”.
Una vez terminada la Consagración, se pasó al interior de la parroquia para seguir con la ceremonia, Vísperas y Santa Misa.
Al tiempo de comenzar las Vísperas, el Delegado de Zona, en unas palabras llenas de agradecimiento, comentó a todos, “al intentar preparar lo que hoy estamos celebrando, encontramos el interlocutor ideal, vuestro Obispo”. Y añadió: “¡Qué suerte tenéis de que una persona así esté al frente de vuestra diócesis! Cuidarla y ayudarla en su cometido ministerial. Se lo merece. Nosotros solo encontramos apoyo y colaboración de él, y de todo lo que dependía de su ministerio. Después de varias reuniones se dio comienzo a todo esto que veis: la parroquia llena de fieles, y todos con un único deseo: Adorar al Señor Sacramentado. Luego, la gran ayuda del párroco, que invitó a la Cofradía del Santo Cristo de S. Vicente Ferrer, así como a la Asociación de la Virgen de La Peña. Ambas están colaborando en el recorrido del Santo Rosario y luego, en la procesión con el Santísimo Sacramento.
Muchas gracias por vuestra colaboración, y así mismo a todos los que habéis apostado por venir a celebrar esta Vigilia, dejando otras cosas. Con una ventaja: “esta apuesta tiene Premio”.
También les hizo notar que estos actos de la Adoración Nocturna sirven de propaganda, y más aquí, que desapareció hace más de veinte años la Sección de Adoración. Con este acto queremos remover, lo que “VUESTROS PADRES O ABUELOS VIVIERON DELANTE DE JESÚS SACRAMENTADO EN LAS VIGILIAS QUE CELEBRABAN”, y que haya otro grupo de ADORADORES que sigan lo que ellos sembraron.
Comenzó la Santa Misa, con los cantos del Coro Parroquial, que también colaboró. En la homilía, D. Ángel invitó a los Presidentes diocesanos a salir delante del altar. Para que todos les conocieran; para comentar que si no fuese por esos hombres, que son los que están dispuestos a realizar estos actos y llevar las riendas de vuestras diócesis, sería difícil realizarlos.
A los adoradores, entre otras palabras, les dijo: ”SOIS LAS LÁMPARAS QUE ILUMINAN LA VIDA DIARIA EN LA IGLESIA, Y LA REFERENCIA EN MUCHAS OCASIONES, PORQUE SIEMPRE HAY UN GRUPO DE ADORADORES EN EL MUNDO QUE ESTÁ VELANDO A JESUS SACRAMENTADO”. También comentó: “Hoy en día no podemos salir de casa sin el cargador del móvil. En el Sagrario tenemos nuestro cargador; ahí es donde se nos carga, y sin él poco podemos hacer”. D. Ángel, sobre el Evangelio del día, dijo “que debemos ser comedidos; no sobresalir, sino nos puede pasar como en el Evangelio de hoy, que los primeros serán los últimos, y los últimos serán los primeros. Que no somos nada. Nos debemos a lo que representamos, y debemos de cumplir con diligencia el cometido que tengamos en cada momento. Cuando tengamos que dar un paso atrás que lo hagamos con honestidad, con humildad y así cumpliremos con el mandato del Señor; seremos como Él quiere que seamos, servidores de los demás”.
Terminada la Eucaristía, dio comienzo la procesión con el Santísimo Sacramento por las calles de Graus, transcurriendo con respeto y con asistencia de muchas personas. Al finalizar, y en el atrio de la parroquia, D. Ángel dio la bendición a los campos y a los fieles asistentes.
Seguidamente, en el interior de la parroquia, comenzó la Vigilia con el rezo de los salmos y resto de oraciones. Para finalizar, se cantó la Salve a la Virgen como despedida.
En un salón contiguo a la parroquia, se obsequió a los asistentes con un café y pastas.
Como resumen de este importante acto: asistieron 90 adoradores, y tanto en el Rosario, Santa Misa y procesión con el Santísimo había más de 200 personas. No nos cansaremos de dar gracias a todos por la colaboración. Gracias Graus, muchas gracias.
Para los que se preocuparon de que este acto se llevase a término, los Presidentes diocesanos, que han trabajado unidos y también para el resto que colaboraron, todo ha sido satisfactorio. Como siempre que se hace algo para ensalzar y alabar a Jesús Sacramentado: “HA MERECIDO LA PENA”.
José Mariano Irache Cabañero
Delegado de Zona de Aragón.
